Como usuario (y perpetrador) del proceso del mastering, me veo sorprendido por las cualidades cuasi-mágicas que le son atribuidas. Y no culpo a nadie: yo también tuve mi época en la que pensaba que salvaría mis mezclas mediocres y justificaba que un proceso tan caro (proporcionalmente al tiempo que requiere) tenía que ser el alfa y el omega en el mundo del audio.
http://bit.ly/2c9PtPi
viernes, 2 de septiembre de 2016
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario